En 2019 ya hablábamos del auge del mercado de la moda de segunda mano y de la ropa de alquiler, un sector que sigue creciendo y al que se suman, incluso, grandes cadenas como H&M.
Justo esta semana, H&M anunciaba que acaba de poner en marcha Sellpy, su plataforma de venta de ropa de segunda mano, en 20 países europeos, entre ellos, España. Esta app no es ninguna novedad puesto que se creó en 2014, pero sí lo es su lanzamiento en mercados como Italia o Francia.
Los grandes se suman al mercado de segunda mano
H&M también ha anunciado que adoptará el Higg Materials Sustainability Index, un índice que informa sobre el impacto medioambiental de los materiales que se emplean en el diseño de las prendas.
Además, el lanzamiento ha coincidido con la noticia de la alianza entre Benetton y Depop, otra plataforma de venta de artículos vintage que tiene más de 27 millones de usuarios en todo el mundo.
Asimismo, Alcampo abre una zona de ropa de segunda mano en sus centros comerciales en colaboración con Moda re-, un proyecto social de Cáritas, que se ha puesto en marcha en el centro comercial de la localidad catalana de Sant Boi de Llobregat y se extenderá a otros centros en este año.
El área Moda re- en la zona textil de Alcampo contará con un surtido de aproximadamente 700 referencias con precios que oscilarán entre los 2 y los 20 euros, e irán variando en función de las diferentes ofertas.
La ropa de segunda mano cobra cada vez más importancia, como uno de los mayores síntomas de la creciente preocupación por la sostenibilidad dentro del sector de la moda. En concreto, por la parte que concierne a la circularidad. Alargar el ciclo de vida de los productos es uno de los ejes fundamentales dentro de las políticas de sostenibilidad de muchas marcas.
El alquiler, otra opción sostenible
También esta semana, Escada ha anunciado que introduce en España su modelo de alquiler. La compañía alemana de lujo ha llegado a un acuerdo con la plataforma española Pislow, con más de seis mil suscritores, para ofrecer sus colecciones en alquiler, un servicio que hasta ahora estaba disponible en Alemania.
La compañía germana ha empezado con una primera colección de medio centenar de referencias que incluye todas las categorías de la firma: desde vestidos, trajes, pantalones, abrigos y bolsos. El modelo permite realizar un alquiler de forma ocasional durante una semana o un mes a través de una suscripción de entre 60 euros y 109 euros, en función del precio de cada prenda, cuyo precio final puede alcanzar 1.300 euros.
El modelo de alquiler de prendas de vestir se ha consolidado en los últimos años al calor de la sostenibilidad. Se estima que, sólo en Estados Unidos, crece a un ritmo del 11% anual, según un informe hecho público por Reuters.
El pasado marzo Ralph Lauren anunció que entraba en el alquiler de ropa con un servicio de suscripción. Bajo el nombre The Lauren Look, la compañía lanzó este nuevo servicio desde 125 dólares al mes en el que los usuarios pueden acceder una las colecciones de ropa de la compañía estadounidense.
Se calcula que, en Europa, el 40% de la ropa que tenemos permanece perennemente intacta en el armario, con lo que iniciativas como esta son la oportunidad perfecta para reducir el impacto que genera la cantidad de ropa que compramos.
Saber que las prendas pueden alquilarse sin ningún problema no solo hace que las mimemos más, sino que nos lleva a plantearnos comprar ropa de mayor calidad. Es, además, una iniciativa que nos acerca a los objetivos de la campaña #30Wears por el consumo consciente de moda.