Llámanos ahora: 91 029 02 79 Contacte con nosotros  |  Iniciar sesión

La lucha contra las falsificaciones de artículos de moda

Esta misma semana leíamos que Amazon y la firma de lujo Salvatore Ferragamo han demandado de forma conjunta a cuatro individuos y tres entidades por falsificación. Concretamente, existen dos denuncias presentadas por ambas empresas que hablan de falsificación de productos. Al parecer los acusados intentaron colocar diseños de dudosa procedencia como si fueran de la marca italiana de lujo para poder venderlos en la tienda online estadounidense.

Algoritmos de aprendizaje automático se unen al arsenal tecnológico con el que la moda intenta poner fin al negocio de las falsificaciones, que en España supone la pérdida de más de 6.700 millones de euros anuales.

Falsificaciones en cifras

En la lucha contra la falsificación, Ferragamo detectó en 2020 con ayuda de las autoridades 240.000 productos falsos. Y es que el universo de las copias crece anualmente un 15%.

En los últimos 20 años se han perdido más de 400.000 puestos de trabajo y más de 20 billones de euros. Según datos de la Asociación para la Defensa de la Marca (ADEMA), el fraude de las falsificaciones supone en España una pérdida de más de 6.700 millones de euros anuales y la destrucción de más de 50.000 puestos de trabajo.

En 2019, Amazon invirtió más de 500 millones de dólares para proteger a clientes y marcas del fraude y en junio de 2020 creó la Unidad de Delitos de Falsificación, un equipo dedicado a perseguir a los falsificadores. Así, en este tiempo no solo Salvatore Ferragamo ha presentado una demanda conjunta con ellos, la firma Valentino, la marca de cosméticos KF Beauty, la de accesorios JL Childress y YETI también han participado en otras.

La plataforma de lucha contra las falsificaciones, The Counterfeit Report, dictamina que el 61% de las falsificaciones online proceden de eBay, el 13% en Amazon y el 5% en Alibaba.

La tecnología, un arma de doble filo

Casi el 20% de los posts de moda en redes sociales desemboca en copias de productos, por lo que ahora ya ni siquiera es necesario teclear en Google para visitar una web de falsificaciones, sino que en ocasiones, sin pretenderlo, podemos terminar en una página que un arsenal de copias con un solo clic en Instagram.

Algunas son de tal calidad que los expertos tienen dificultades para saber si se trata de un fraude, y es por ello por lo que la tecnología ha tenido que acelerar el paso.

Un ejemplo de ello es la app Entrupy, conocida como el Shazam de las falsificaciones, que es capaz de identificar copias en poco tiempo. Los fundadores pasaron años coleccionando bolsos de marca y falsificaciones para enseñar al algoritmo, que aprende y mejora a cada uso, a detectar las diferencias entre ambos. Las lentes que utiliza son capaces de aumentar el tejido hasta 100 veces y la inteligencia artificial empleada, dependiendo del bolso a analizar, estudia entre 500 y 1.500 características del mismo. La app puede identificar si se trata de una falsificación en un margen de tiempo que oscila entre el minuto y la hora.

La gran paradoja es que la tecnología ha declarado la guerra a las falsificaciones cuando, al mismo tiempo, se ha convertido en su mejor escaparate.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.