Las búsquedas que realizamos cada día en Google, las palabras clave que utilizamos, representan una inmensa fuente de información respecto, entre otros, a hábitos de consumo y tendencias. Por tanto, Google y moda son, también, compañeros de viaje.
Hace unos días el popular buscador presentaba el Google Fashion Trends Report, que presenta los resultados del análisis de millones de búsquedas relacionadas con la moda desde 2009, indicándonos lo que esta primavera es ‘cool’ o está ‘demodé’.
Es habitual que la empresa tecnológica publique periódicamente informes que interpretan las estadísticas del motor de búsqueda, pero en este caso las conclusiones son altamente precisas y detalladas.
El informe, que se refiere únicamente al mercado estadounidense, proporciona información concreta sobre las prendas, colores, materiales y siluetas que el público demanda.
El documento se estructura en tres partes diferenciadas. La primera, constata los éxitos y fracasos de la temporada a partir de la evolución en la frecuencia de búsqueda de ciertos términos.
El segundo bloque presenta tres tendencias clave para esta primavera, aportando información sobre los colores, los tejidos, estampados y prendas que la componen.
Y un último apartado enumera, por orden de popularidad, las búsquedas más frecuentes estructuradas en torno a categorías de producto, lo que permite no sólo conocer el éxito de ciertas prendas, sino también las dudas más frecuentes de los consumidores, sus formas de uso o el modo de combinarlas.
Así, refleja tres tendencias tan dispares como la falda de tul, los pantalones deportivos y la falda midi. También afirma un auge sostenido de los pantalones palazzo, el triunfo estacional del bikini de cintura alta o el éxito de los trajes de baño de neopreno y las camisetas con emoticonos.
Según Google, estamos ante el declive de la ropa vintage y el fin definitivo del normcore y los vaqueros de los años noventa.
En el terreno de’ denim’, crecieron las búsquedas de los jeans de motociclistas (cómodos), los «jeans de novio» (grandes), los jeans rasgados y los que tienen los bajos acampanados, también conocidos como de elefante.
Además, entre las tendencias de esta primavera se incluyen los vestidos blancos con encajes, los «rompers» o monos cortos de una pieza, los vestidos ‘shift’ (sueltos, de una pieza) y los ‘jumpsuits’, juegos de top y pantalón, también de una sola pieza.
Los pantalones tubo o muy ajustados, las camisetas con mensajes personales y los vestidos con corsé están demodé.
Otras estrellas que han caído en desgracia son la moda ‘unisex’, los jeans de los años 90 y el vestido-bufanda, un híbrido que tuvo sus 15 minutos de fama pero rápidamente desapareció en el baúl de lo invendible.