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Coco Chanel, la dama de las camelias

«No pierdas el tiempo golpeando la pared, con la esperanza de transformarla en una puerta». Coco Chanel no sólo dejó un legado en el mundo de la moda, sino que también se convirtió en un ejemplo de mujer empresaria, luchadora y tenaz.

Hoy hacemos un repaso a su biografía y a la historia de la gran firma, Chanel, que hoy todavía pervive como una de las grandes. 

Coco Chanel, es el seudónimo de Gabrielle Chasnel, nacida en Saumur, Francia, el 19 de agosto de 1883. Gabrielle fue inscrita equivocadamente con el apellido Chasnel en el registro civil, posiblemente por un error en la transcripción.

La única diseñadora de moda que figura en la lista de las 100 personas más influyentes del siglo XX de la revista Time, se crió en un orfanato de monjas y alcanzó  el éxito como empresaria y prominencia social en la década de 1910 gracias a los contactos que le ofrecía su trabajo. Altamente competitiva, su personalidad oportunista la llevó a tomar decisiones cuestionadas que generaron controversia y dañaron su reputación, especialmente su posición durante la ocupación alemana de Francia en la Segunda Guerra Mundial.

Después de haber aprendido costura durante seis años en Aubazine, Chanel y su joven tía Adrienne encontraron empleo en una pañería y como ayudantes de un sastre de Moulins de Allier. Los hombres que iban a la satrería flirteaban con las jóvenes y las invitaban al cabarett local, donde Gabrielle se sintió atraída por el mundo del espectáculo y empezó a cantar sobre los escenarios de un café-concert de Moulins llamado La Rotonde. Fue una de las tantas chicas denominadas poseuses, que entretenían al público entre los cambios de vestuario de los artistas principales. El dinero recaudado era aquel que obtenían al pasar el plato entre el público como apreciación por su interpretación.

Fue por aquella época cuando Gabrielle recibió el apodo de «Coco», posiblemente por dos canciones de su repertorio que llegaron a identificarla: Ko ko ri ko y Qui qu’a vu Coco?, una tonadilla popular que narraba la historia de una muchacha que había perdido a su perro Coco. Otras fuentes indican que podría ser por cocotte, un término francés que hace referencia a la mujer mantenida. Como intérprete irradiaba un encanto juvenil que fascinaba a los militares habituales del cabaré.

En 1906 esperaba encontrar el éxito como intérprete en Vichy, pero su voz no era perfecta y eso no le permitió hallar trabajo. Obligada a encontrar un empleo, decidió ingresar en el Grande Grille, cuya labor ahí fue repartir vasos de agua mineral supuestamente curativa con el fin de promocionar la ciudad de Vichy. Cuando la temporada veraniega terminó, regresó a Moulins y a su antiguo trabajo en La Rotonde.

Chanel recibió lecciones por parte de dos de los mejores asistentes de Lucienne Rabatte, un popular diseñador de sombreros cloché que había trabajado para la Maison Lewis. Comenzó a confeccionar sombreros mientras vivía con Balsan, un exoficial de caballería y rico heredero textil francés del que se convirtió en amante. El negocio comenzó como un entretenimiento que luego derivó en un negocio comercial de notable aceptación entre sus clientes, muchos de los cuales eran allegados de su amante.

Chanel solía llevar puestas sus propias creaciones a las carreras de caballos y llamaba la atención con su peculiar estilo de vestir. Sus conjuntos vanguardistas, muchas veces conformados por pantalones de montar y poleras, contrastaban con los vestidos elegantes de la época. Se convirtió en fabricante de sombreros en 1909 e inauguró una boutique financiada por Balsan. Al año siguiente estableció su casa de moda, Chanel Modes, en París. Su carrera como sombrerera floreció cuando la actriz de teatro Gabrielle Dorziat utilizó sus modelos en la obra de teatro Bel Ami de 1912.

En 1913, abrió una boutique financiada por Arthur Capel, uno de los mejores amigos de Balsan con el que comenzó un romance, donde introdujo ropa casual de lujo orientada hacia el ocio y el deporte. Los modelos fueron diseñados con tejidos de bajo costo como el jersey y el tricot, usado sobre todo para la ropa interior de los hombres.

Chanel inauguró un nuevo local en una villa frente a un casino de Biarritz en 1915. La ciudad tuvo la condición de neutralidad durante la Primera Guerra Mundial, lo que le permitió convertirse en una zona de excelencia para adinerados y exiliados.

En febrero de 1916, con ocasión de la presentación de su primera colección en otoño, sus prendas y chaquetas deportivas aparecieron por primera vez en la revista Vogue. Al poco tiempo, sus modelos comenzaron a venderse en las grandes tiendas de Estados Unidos. En 1918, estableció su casa de moda con más de 300 empleados en uno de los barrios más populares de París. Al año siguiente fue registrada oficialmente como couturière y en 1921 inauguró una boutique de moda que ofrecía ropa, sombreros, accesorios y más tarde, joyas y perfumes.

En 1921, colaboró con el perfumista Ernest Beaux en la creación de su primer perfume, Chanel Nº 5, que rápidamente se convirtió en un éxito. Basado en el perfume de jazmín, la fragancia fue la primera en llevar el nombre de un diseñador y fue envasada en una botella de cristal creada por la propia Chanel.

En 1931, durante su estadía en Monte Carlo, conoció a Samuel Goldwyn, quién le ofreció una propuesta laboral que incluía diseñar el vestuario para las estrellas de MGM dos veces al año en Hollywood. Aceptó la oferta y viajó a Estados Unidos, donde confeccionó la ropa de Gloria Swanson en Tonight or Never y de Ina Claire en The Greeks Had A Word for Them  Por otra parte, Greta Garbo y Marlene Dietrich se convirtieron en clientas privadas.

Su empresa llegó a contar con 4.000 empleados y 28.000 unidades de venta anuales para 1935. Pero sus diseños para la industria del cine hollywodense fracasaron.

En 1939, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, cerró todas sus tiendas pero mantuvo abierta su boutique en la rue Cambon con perfumes y accesorios. Alegó que no era momento para la moda y 3.000 empleadas perdieron sus puestos de trabajo. Al cerrar la casa central de moda, confesó públicamente su posición política y comenzaron a circular detalles de su vida personal, de su aversión por judíos y homosexuales.

Durante la ocupación alemana, Chanel residía en el Hotel Ritz, que se destacó por ser el lugar preferido de residencia de los oficiales militares alemanes de alta jerarquía. Su relación amorosa con Hans Gunther von Dincklage, un oficial alemán que había sido operario de la inteligencia militar  posibilitó su estadía en el Hotel Ritz.

La Segunda Guerra Mundial, específicamente la toma nazi de todas las propiedades de judíos y empresas comerciales, le proporcionó la posibilidad de ser la única destinataria de todas las ganancias generadas por su compañía de perfumes y su producto más vendido, Chanel Nº5. Los directores de la empresa en ese momento, los Wertheimer, eran judíos, por lo que Chanel utilizó su condición para solicitar a las autoridades alemanas ser la única propietaria de la empresa. Incluso consta en algunos informes que Chanel tenía un número de espía, como informante para los nazis.

En 1944, Chanel fue llamada para ser interrogada por el Comité de Purga de la Francia Libre, pero como no tenían ninguna evidencia documentada de su actividad como colaboradora, fue liberarla tras tres horas.

Al comienzo de 1971 se hallaba enferma y debilitada, afectada por la artrosis y su adicción a la morfina, pero continuaba en el trabajo de su rutina habitual para la preparación del catálogo de primavera. La tarde del 9 de enero dio un largo paseo y, al regresar a su casa, se sintió mal. Chanel murió al día siguiente a la edad de 87 años como consecuencia de un ataque cardíaco en el Hotel Ritz, donde había residido por más de treinta años. Sus últimas palabras fueron: «Bueno, así es como uno se muere».

Creadora del traje sastre femenino, la diseñadora francesa desarrolló una elegancia sencilla a lo largo de su carrera e introdujo las prendas en blanco y negro, los cinturones de cadena, las camisas de cuello y puños blancos, y las joyas de fantasía.

Para la producción del traje Chanel, introdujo la utilización del tejido de punto, un material de punto de lana, algodón o elementos sintéticos producido por la empresa Rodier, que originalmente producía esta tela para la confección exclusiva de ropa interior. Su traje de jersey de lana, conformado por una chaqueta de cardigan, una falda plisada y combinado con zapatos de tacón bajo, se convirtió en el preferido de la moda femenina costosa.

La camelia que introdujo como elemento decorativo en sus trajes estaba íntimamente relacionada con la obra literaria de Alexandre Dumas, La dama de las camelias, cuya historia había impresionado a la diseñadora desde su juventud. La flor en sí se había convertido en un símbolo de identificación para la cortesana que anunciaba su disponibilidad. Su primera aparición en un diseño suyo fue en un traje negro con adornos blancos en 1933.

El término de pequeño vestido negro es catalogado a menudo como una contribución de Chanel al léxico de la moda y como una prenda de ropa que se ha utilizado hasta la actualidad. Su primera confección fue hecha en seda fina, crepé y con mangas largas.

Durante su prolongado tiempo de ocio en su juventud, solía tomar sol largos ratos y de esa manera convirtió no sólo a los bronceados en aceptables sino también en un símbolo que denotaba una vida de privilegio y esparcimiento.

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