Hoy analizamos el vestuario de Mrs. America, la serie que hace unos días estrenó HBO y en la que conoceremos la vida de la activista conservadora estadounidense Phyllis Schafly.
Cate Blanchett, es la encargada de dar vida a Phyllis Schafly, una mujer que dedicó su vida a luchar contra el feminismo y a apoyar a diversos presidentes republicanos, desde Ronald Reagan hasta Donald Trump.
La encargada del vestuario de Mrs. America es Bina Daigeler, figurinista que vive en España desde los ochenta y ha trabajado con Almodóvar y Jim Jarmusch. Ahora pone el vestuario a las luchas entre feministas y antifeministas de los setenta en Mrs. America.
Cuando Cate Blanchett aceptó protagonizar su primera serie de televisión, puso entre sus condiciones que la encargada de vestuario fuese Daigeler, que en la película/instalación artística Manifesto había conseguido convertirla en 13 personajes distintos. Así es como Daigeler acabó liderando un equipo de más de 60 personas en uno de los proyectos más caros y ambiciosos de HBO este año.
Daigeler tenía por delante la misión no solo de vestir a Schlafly y sus correligionarias, sino también de transformar a Rose Bryne en la fundadora de la revista Ms, Gloria Steinem, a Uzo Aduba en Shirley Chislholm (la primera afroamericana en presentarse a unas primarias presidenciales), a Margo Martindale en la congresista demócrata Bela Abzug y a Tracey Ullman en Betty Friedan, la autora de La mística femenina.
La diseñadora debería estar en estos momentos dando entrevistas de promoción sobre su trabajo en Nueva York, con motivo del estreno de la serie. En lugar de eso, está confinada con su marido y su hija en su piso de Madrid.
El contraste entre dos mundos a través del vestuario
El vestuario burgués que luce Blanchett, con sus impecables trajes de falda, vestidos entallados y blusas con lazo al cuello, aderezadas siempre con su pin de oro del águila americana, simboliza la perfección de la dama estadounidense que pregonaba Schlafly. Las creaciones de Bina Daigeler ponen de manifiesto los ideales que defienden las mujeres de cada bando de manera sublime.
En el vestuario de Mrs. America no podían faltar los símbolos estéticos más reconocibles de la segunda ola del feminismo, como las gafas de sol de aviador y las minifaldas que llevaba Steinem, la colección estelar de sombreros de Abzug o los estampados alucinógenos de Shirley Chisholm.
Mediante los looks de unas y otras, se traza una línea divisoria clara entre partidarias y opositoras, diferenciando en su ropa texturas y colores. Aunque a medida que la historia nos lleva de principios a finales de los años 70, ambos mundos comienzan a mezclarse y esto también queda perfectamente reflejado en el vestuario.
Daigeler confecciona de cero la mayoría de looks de los personajes principales, incluidos los vaqueros y los pantalones de pana que lleva Steinem. Pero también tiró mucho de tiendas vintage.
Para sumar credibilidad, se copiaron exactamente las prendas que llevó por ejemplo Phyllis en alguna aparición en televisión o lo que se puso Shirley Chisholm en su campaña electoral para la presidencia. El vestuario que podrían haber llevado en su casa o en la intimidad queda ligado a la inventiva y la creatividad de la diseñadora.