El grupo chino de distribución de moda ultra low cost Shein facturó alrededor de 22.700 millones de dólares en 2022, más que H&M el mismo año.
Parece que la emisión de ‘Untold: inside the Shein Machine’, en octubre de 2022, no les ha pasado factura. Este documental ha revelado la situación real de dos de las fábricas chinas que trabajan para Shein, dejando a la marca en una situación comprometida. La cadena de televisión británica Channel 4 y el diario The I Newspaper están detrás de la investigación que muestra unas condiciones laborales que quebrantan la legislación china y el propio código de conducta de la empresa.
Jornadas interminables
La periodista Iman Amrani se infiltró en dos fábricas de Guangzhou (China), haciéndose pasar por una trabajadora con el nombre falso de Mei. Sin duda, lo que más ha llamado la atención del documental de 45 minutos a los espectadores han sido los datos sobre las condiciones laborales de las trabajadoras, pues la mayor parte son mujeres: las jornadas ascienden a unas 18 horas de lunes a domingo y con un solo día al mes para descansar.
En cuanto a la remuneración, esta varía en las dos fábricas. En una de ellas el salario base es de 4.000 yuanes, que equivalen a 565 euros, si elaboran 500 prendas al día. Además, muchos de los empleados hacen horas extra hasta altas horas de la madrugada para ganar una comisión de 0,14 yuanes (0,02 céntimos) por cada prenda. En la otra fábrica no hay un salario base y el sueldo depende de la cantidad de ropa fabricada: 0,27 yuanes, que son 0,04 céntimos en euros, por cada pieza. Por si esto fuera poco, los salarios disminuyen si se cometen fallos en la producción, recortando hasta dos tercios del jornal.
Estas condiciones distan mucho de las establecidas en la Ley del Trabajo del país, que marca jornadas de 40 horas semanales con un máximo de 36 hora extra al mes.
Mensajes de auxilio en etiquetas
Usuarios de la red social Twitter han detectado además la presencia de mensajes ocultos en las etiquetas de las prendas, en las que los trabajadores piden ayuda a los consumidores. La llamada de auxilio se cuela entre los renglones de forma sutil: «Wash with like colors. Wash inside out. Machine wash cold. […] Tumble dry. Do not dry clean. Due the water saving technology, need your help washing with the soft detergent at the first time to make the goods softer».
La respuesta de Shein
La compañía se pronunció a través de un comunicado en el que aseguraba que tomarían cartas en el asunto. Al tratarse de empresas subcontratadas las que llevan las fábricas del documental, Shein declaró su desconocimiento sobre estas situaciones. En el comunicado se hace hincapié en el absoluto compromiso de la firma con el cumplimiento de su código de conducta y en la importancia de que sus proveedores «poporcionen un entorno de trabajo justo y seguro a sus trabajadores».
— SHEIN (@SHEIN_Official) October 17, 2022
Resaltan, incluso, que han destinado cerca de 15 millones de dólares para «mejorar las instalaciones de cientos de proveedores» y que sus estándares de clasificación «aseguran que nuestros proveedores paguen a los trabajadores de manera justa, y un estudio independiente mostró que el salario promedio por hora es el doble del salario mínimo local».
Sea como fuere, la imagen de la empresa se ha visto dañada, pero parece que no ha afectado a su crecimiento. Incluso tiene prevista su salida a bolsa.