Bustos, partes de cuerpos, expresiones, posturas… El maniquí alimenta la creatividad y seduce al artista como ya vimos en el post Maniquíes y arte. Hoy queremos mostraros otra perspectiva de la creatividad a través de vídeos que ofrecen diversas miradas al maniquí.
El primero es un sencillo fotomontaje musical en el que las fotografías y el orden en que se presentan nos recuerdan que todo maniquí tiene su propia personalidad. Sólo depende de los ojos con que se mire.
Objetos cotidianos, reflejos de nuestro cuerpo y nuestra expresividad… Los maniquíes también pueden despertar inquietud. Y así es como los presenta en este corto Javiera Urbina, estudiante de comunicación audiovisual.
El cine también nos ha dado visiones mucho más amables de los maniquíes, modernizando el mito de Pigmalión, rey enamorado de la estatua Galatea. En 1987, una joven Kim Cattrall (Sexo en Nueva York), pasaba del plástico a ser de carne y hueso en la comedia romántica Maniquí.
Y para acabar, un maniquí, en este caso de dibujo, que sin dejar de ser de madera, tiene vida propia y sueños.