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Historia de la fotografía de moda

El pasado lunes 19 de agosto se celebró el Día Mundial de la Fotografía, en recuerdo de la fecha en la que el gobierno de Francia compró la patente del daguerrotipo, lo presentó al público y lo anunció como un regalo “gratuito para todo el mundo”, en 1839. Este año la fotografía cumple 180 años de historia.

Aprovechamos la ocasión para hacer un poco de historia de la fotografía de moda.

La fotografía fue desarrollada en los años 1830, pero su primera técnica popular, el daguerrotipo, no era conveniente para la impresión masiva. ​ En 1856, Adolphe Braun publicó un libro con 288 retratos de Virginia Oldoini, la Condesa de Castiglione, una noble toscana en la corte de Napoleón III. Las imágenes la mostraban con su atuendo de corte oficial, lo que la convirtió en la primera modelo.

En la primera década del siglo XX, los avances en la impresión de tonos medios permitieron que las fotografías fueran incluidas en revistas. La fotografía de modas apareció por primera vez en publicaciones francesas, como La Mode Practique.

En 1909, la editorial Condé Nast se hizo cargo de la revista Vogue, contribuyendo al origen de la fotografía de modas. Se puso especial énfasis en preparar las sesiones fotográficas, un proceso desarrollado primeramente por el barón Adolf de Meyer, quien retrataba a las modelos en ambientes y poses naturales.

Vogue fue seguida por su rival, Harper’s Bazaar, liderando ambas el campo de la fotografía de modas durante los años 1920 y 30. Fotógrafos como Edward Steichen, Horst P. Horst y Cecil Beaton transformaron este género en una destacada forma de arte. Europa, especialmente Alemania, fue por un corto período la líder en la fotografía de modas.

Mientras la Segunda Guerra Mundial se aproximaba, la atención se centró en Estados Unidos, donde Vogue y Harper’s continuaban con su vieja rivalidad. Fotógrafos como Irving Penn, Martin Munkácsi, Richard Avedon y Louise Dahl-Wolfe le dieron forma a la fotografía de modas en los años posteriores.

Los artistas abandonaron sus métodos rígidos por un estilo mucho más libre. En 1936, Munkacsi retrató por primera vez a modelos en poses deportivas en una playa. Bajo la dirección artística de Alexander Brodovich, Harper’s Bazaar introdujo este nuevo estilo en sus páginas.

En un principio, la fotografía de moda no tenía fines comerciales. Las grandes casas realizaban fotografías a las modelos con sus diseños con el objetivo de guardar un registro de las piezas que se iban elaborando. Uno de los primeros retratistas que comenzó a cuidar la vestimenta y los complementos en sus fotografías fue Claudet.

El daguerrotipo le permitía plasmar con una calidad nunca vista hasta entonces detalles como pequeños bordados o la fluidez de los velos. Ya a finales de siglo, los avances técnicos permitieron acelerar el proceso de grabado, abaratar costes e incrementar notablemente la calidad de las imágenes obtenidas.

El primer caso de fotografía que pretendía dar a conocer los nuevos diseños de una firma de moda se publicó en el año 1892 en la revista “La mode pratique”. La finalidad comercial ya estaba presente.

Movimientos y evolución de la fotografía de moda

Adolf de Meyer es el responsable de llevar el pictorialismo a la moda. Esta corriente perseguía que las fotografías fueran consideradas una expresión artística más, como la pintura o la escultura. La guerra le obligó a emigrar a Estados Unidos, donde fue contratado en 1909 por Condé Nast, el dueño de Vogue.

Vogue era por aquel entonces una modesta revista que aspiraba a ocupar un hueco entre las lecturas de la élite del momento. Una vez finalizada la guerra, Meyer pasó a trabajar para la gran competencia, Harper’s Bazaar, y su puesto fue ocupado por Steichen.

Meyer es considerado el primer fotógrafo de moda y, para muchos, esta instantánea que tomó para Elizabeth Arden en 1927, la primera verdadera fotografía de moda.

Los años 20 supusieron una auténtica revolución en el mundo de la moda. Diseñadores como Nina Ricci, Elsa Schiaparelli y especialmente Coco Chanel eliminaron los corsés de sus diseños, acortaron las faldas y comenzaron a elaborar piezas mucho más cómodas que las de épocas anteriores.

Los fotógrafos modernistas tenían una firme tendencia a romper con todo lo anterior, a liberalizarse. Al igual que la moda, la fotografía de moda perseguía la sencillez sin dar de lado nunca a la elegancia. Se exaltó a la mujer y su feminidad desde una perspectiva práctica y funcional.

Destacan en esta etapa dos fotografías de Steichen, “Black” y “White”, en las que el fotógrafo demostró su absoluto dominio del claroscuro. Juega con las luces y las sombras, con las siluetas y las tonalidades, para lograr un resultado sensacional.

Hasta el momento la creatividad en la fotografía de moda estaba claramente limitada al servicio de sus fines publicitarios. No obstante, a partir de la década de 1930, la prensa se consolida como medio y la publicidad se afianza, lo que permite liberar la imaginación. Además, la moda comienza a ser más y más importante, la sociedad tiene una preocupación cada vez mayor por su imagen.

Con el realismo se rompen todos los moldes, se apuesta por ilusiones ópticas, por planos imposibles. Alexev Brodovitch, director artístico de Harper’s Bazaar, fue un enamorado del arte. En el año 1934 publica en su revista una sesión de Martin Munkacsi con un acentuado carácter de libertad y movimiento que marca un antes y un después en la fotografía de moda.

Cabe recalcar en este periodo la figura de Toni Frissell que, si bien no fue la primera fotógrafa de moda, sí fue la primera mujer que destacó por su trabajo en este ámbito.

Mientras que el realismo se centra en la exploración del entorno que nos rodea, el surrealismo se basa en el descubrimiento del mundo interior. Lo surrealista es la distorsión de la realidad, la descontextualización de los elementos que la componen. Grandes fotógrafos como Man Ray lo extrapolan a la fotografía de moda, creando composiciones fantásticas y llenas de erotismo.

La fotografía finalmente se desvincula tras la Segunda Guerra Mundial de los movimientos artísticos. Los años posteriores a este conflicto fueron para la fotografía de moda una etapa en blanco. El mundo estaba devastado y tardaría mucho tiempo en recomponerse.

Se va recuperando poco a poco la normalidad hasta que a finales de los años 40 vuelve a resurgir el optimismo, y con él la moda. Surge el “new look” de Dior y aparecen otros grandes modistos como Balenciaga, que con sus trajes amplios y desahogados vuelve a liberalizar a la mujer.

Los grandes genios del momento son Richard Avedon e Irving Penn. Avedon llegó al mundo de la fotografía de moda de la mano de Brodovitch y Munkacsi, que siempre fue su fuente de inspiración.  Abandona las poses artificiales y los cuerpos rígidos para dar paso a la naturalidad. Por su parte, Penn presenta la figura del modelo sin componentes accesorios. Es capaz de captar a la perfección elementos táctiles como las texturas o los volúmenes. Mientras que Avedon apuesta por la espontaneidad, Penn prefiere la teatralidad y la rigidez. No obstante, ambos son los padres de la fotografía de moda tal y como la conocemos en la actualidad.

Comentario (1)

  1. Pingback: Día mundial dela Fotografía

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