Tiempos de crisis, numerosa competencia, e-commerce, m-commerce…. Es momento de innovar para sobrevivir en el sector de la moda. El nuevo consumidor es exigente, busca nuevas experiencias, por lo que las tiendas de moda tradicionales comienzan a evolucionar hacia nuevos conceptos. Es el caso de las tiendas pop-up.
Las tiendas pop-up nacen en Londres y Nueva York, donde diseñadores emergentes han buscado espacios singulares para mostrar sus creaciones. Se trata de tiendas itinerantes, sin un espacio físico fijo, un concepto innovador y que ahorra costes.
Importantes marcas como Comme des Garçons, Nike, Chanel o Custo Barcelona han puesto en práctica esta nueva tendencia. Por ejemplo, Custo abrió durante unos días un outlet en la mismísima Casa Batlló de Barcelona. O Comme des Garçons, que redecoró un garaje de Nueva York hasta convertirlo durante una semana en una tienda abierta al público.
La clave está en buscar un espacio singular para establecer una tienda que aparece de la nada para desaparecer después. Autobuses, garajes, contenedores… Cualquiera de ellos puede convertirse por unos días en un espacio de moda innovador e inusual.
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