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#thedress: 700.000 tuits sobre un vestido

Seguro que todos habéis oído hablar sobre el polémico vestido que fue protagonista en las redes sociales la semana pasada. ¿Blanco y dorado o azul y negro?

La usuaria de Tumblr Swiked colgó el miércoles pasado una foto de este vestido, preguntando a sus seguidores de qué color lo veían. Los hashtags #whiteandgold, #blackandblue y #thedress sumaron unos 700.000 tuits sobre el tema. Pero, ¿de qué color es realmente el vestido?

Una encuesta publicada el viernes por la mañana mostraba un 72% de votos a favor del blanco y dorado y un nada despreciable 28% para la otra combinación.

Los que lo han visto la prenda al natural aseguran que es azul y negro. Sin embargo, la fotografía ha dividido al mundo entre los que ven una combinación de colores y los que ven la otra.

Parece que el origen de la fotografía se encuentra en Escocia, donde una madre y futura madrina envió a su hija la imagen del vestido que iba a lucir durante su boda. Sorprendidas por la incertidumbre que creaba su tela y decidieron compartirlo en Facebook. Pero ¿por qué sucede esto?

La iluminación es la que provoca que algunas personas observen el vestido dorado y blanco, mientras que otras lo vean azul y negro, como es en realidad. La percepción del color puede variar según el contexto, esto ocurre por la llamada constancia parcial del color. Es decir,  identificamos, por ejemplo, una camisa blanca como blanca, con independencia de que la habitación esté más oscura, a la luz del sol o iluminada por una lámpara de más amarillenta, porque el cerebro compensa ciertos excesos y defectos de la iluminación del entorno.

Quienes ven el vestido blanco es porque su cerebro lleva a cabo esta compensación, mientras que quienes lo ven azul no la hacen. El cerebro lleva a cabo esta operación teniendo en cuenta la información espacial, la luz de fondo y la ambigüedad de la información. La imagen presenta la suficiente ambigüedad como para que las opiniones estén divididas.Una vez vemos el vestido de un color, el cerebro tiene tendencia a seguir viéndolo de la misma forma.

La iluminación artificial también puede influir en que lo veamos azul y negro, y la natural, en que lo veamos blanco y dorado.

Además de eso, hay que recordar que en el mundo no hay colores, hay luz. Los objetos absorben parte del espectro electromagnético y reflejan el resto, que es lo que vemos y nuestro cerebro interpreta como color.

Así pues, la causa principal de que veamos el vestido blanco o azul está en la interpretación que hace nuestro cerebro de la imagen, no en nuestros ojos.

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