Esta pregunta nos lleva a los orígenes del vestuario y, para responderla, nos hemos de remontar a los orígenes de la humanidad. Porque, ¿qué es más fácil inventar, una pieza de ropa atada a la cintura o una pieza que cubra torso y, aunque sea parcialmente, piernas? Todo depende de las necesidades.
La cuna de la humanidad es África, y en climas benignos, no hace falta ir vestido. Por ello probablemente se inventaron antes abalorios como collares que la ropa en sí. Con los mismo fines estéticos que esos abalorios, es posible que a partir de hojas entrelazadas, juncos trenzados, etc., se crearan las primeras faldas.
Pero hacia el 180.000 a.C, en la época de los neandertales, con seres humanos instalados en climas gélidos, se hace necesario cubrir el cuerpo, y con ello el ingenio se agudiza para dar pie a los vestidos. En una cultura de recolección, pero también de caza, se aprende a curtir la piel, se hacen agujas con finos huesos afilados, y con tendones como hilo, se crean vestidos que cubren torso y parte de las piernas.
Con la agricultura y la ganadería que marcan el paso al neolítico se gestan las grandes civilizaciones antiguas. Entre sumerios, encontramos largos mantones al estilo de faldas en el vestuario masculino.
En Egipto, durante el Imperio Antiguo la prenda principal de los hombres era schenti, una falda a partir de una tela rectangular cuyos extremos se cruzaban y anudaban a la altura de la cadera, y llegaba por encima de las rodillas. Ésta evoluciona con el tiempo, sujeta a modas, de modo que en el Imperio Medio se alarga el schenti e incluso se llega a llevar un doble schenti. En el Imperio Nuevo, hombres y mujeres usan schenti, pero ellas además, desde el Imperio Antiguo vienen empleando kalasiris, que eran paños envolventes a modo de túnicas, ajustadas, que caían desde el pecho hasta los tobillos, sujetas por anchos tirantes, también evolutivos a lo largo de la historia de la civilización egipcia.
Griegos y romanos son conocidos por las túnicas, tanto para hombres y mujeres. Las túnicas son una pieza que cubre de cuello a piernas, muy a menudo con mangas. Pero van más allá de las culturas clásicas.
En Europa son la prenda predominante, para hombres y mujeres, prácticamente hasta el siglo XIV, en que el hombre empieza a utilizar jubones ajustados arriba, y greguescos, frente a los vestidos para mujeres.
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