Llámanos ahora: 91 029 02 79 Contacte con nosotros  |  Iniciar sesión

Impacto de la industria de la moda en el uso del agua

Dicen que los ríos de China, tienen el color de tendencia. Esta frase es una de las más repetidas cuando hablamos de la industria de la moda y el agua.

El agua es el recurso más preciado del mundo es. Mañana, 17 de junio, se celebra el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía. En la actualidad, más de 2,1 millones de personas no tienen acceso al agua potable por la mala gestión y la contaminación del agua.

Para la industria de la moda, el agua es también un recurso esencial sin el cual sería imposible operar.

El 20% de las aguas residuales globales provienen de la industria de la moda

La moda es una de las industrias que más recursos naturales consume y que más contaminación genera. El cultivo de las materias primas consume muchísima agua, al igual que su posterior tratamiento y tinte, que si no se hace en las condiciones adecuadas y con tintes naturales contamina ríos y océanos.

Para producir un kilo de algodón se necesitan 10.000 litros de agua

Para confeccionar unos vaqueros se necesitan 7.500 litros de agua, cantidad que equivale al líquido que bebe de media una persona durante 7 años. Según la ONU, la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta: produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y transportes marítimos internacionales juntos.

En los últimos años ha multiplicado su producción, y ha pasado de producir dos temporadas a producir más de seis, para ofrecer cada dos meses nuevas piezas y tendencias a un consumidor que tira la ropa en la mitad del tiempo que hace quince años.

En todo su ciclo de vida, un par de jeans consume, en promedio, 3,781 litros de agua (datos de Levi’s) que se suman al agua necesaria para la producción de algodón, el teñido, el lavado y el uso de estos por parte de los consumidores.

El uso de agua por parte de la industria ha venido siendo enorme y desproporcionado. Además de todo lo dicho anteriormente, se calcula que la industria textil es la responsable del 20% del agua contaminada del mundo.

Producción de materia prima

El algodón representa el 90% de todas las fibras naturales utilizadas en la industria textil y está presente en el 40% de las prendas de ropa producidas globalmente. El cultivo de algodón es también el cultivo más intensivo en agua de toda la cadena de valor textil.

En promedio, el 14,4% de la huella hídrica de la industria está relacionada con la producción industrial de ropa. Además, la industria consume el 25% de los químicos para transformar la materia prima en telas o para el acabado de las prendas se utilizan alrededor de 8,000 químicos sintéticos, muchos de los cuales acaban en los cuerpos de agua, contaminándola y limitando el acceso de la población a agua potable.

Un ejemplo de esto es la lana que requiere el lavado para quitarle la grasa, o el bambú, que requiere de un gran consumo de agua y químicos para transformar la planta en tejido.

Fase de Uso por parte del consumidor

La fase de producción textil no es la única responsable del impacto de la industria de la moda en el agua. Se estima que el 40% del consumo de agua de una prenda tiene lugar en la fase de uso, cuando el consumidor lava sus prendas.

En esta fase también se utilizan grandes cantidades de químicos provenientes de los detergentes. Se estima que el 16% de las cargas de fosfatos en el río Danubio provienen del uso de detergentes.

Además, tiene un fuerte impacto en la contaminación de los océanos ya que se estima que se desechan al mar alrededor de 1,5 millones de toneladas de microfibras y microplásticos provenientes del lavado de prendas.

Algodón orgánico, ¿la solución?

Hacen falta 2.700 litros de agua para producir el algodón necesario para una única camiseta. Sin embargo, el algodón orgánico solamente utiliza 243 litros. Por eso, cada vez más marcas abanderan el uso de la fibra natural.

Menos del uno por ciento del algodón que se produce actualmente es orgánico, por lo que hay mucho potencial de mejora en el proceso de fabricación de esta fibra.

La mayor parte del algodón orgánico se cultiva en granjas pequeñas, que suelen usar el agua de lluvia y no tanto los sistemas de riego. De hecho, el 95 % del agua que se usa para el cultivo del algodón orgánico es agua ecológica (de lluvia o almacenada en la propia tierra). Aunque todavía existe controversia al respecto.

Cultivar algodón orgánico emite menos gases de efecto invernadero, generando un 46% menos de gases de efecto invernadero que los cultivos de algodón tradicional por el simple hecho de no usar fertilizantes y pesticidas y por no emplear tantas prácticas agrícolas mecanizadas. Además, al no contener ni fertilizantes ni pesticidas, el suelo actúa como “almacén de carbono”, ya que absorbe el CO2 de la atmósfera. Pero si lo cultivamos a lo grande, puede plantear problemas. Un informe de 2015 descubrió que, a gran escala, el cultivo de algodón orgánico puede generar más gases de efecto invernadero que el tradicional. También se producen emisiones cuando se hila el algodón puro, se teje y se tiñe en el proceso de convertirlo en la prenda que llevas puesta.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.