Henry Clarke y la moda de España bajo el influjo de la Alhambra es una de las exposiciones más poliédricas de 2023 con la que Vogue España colabora como media partner. Del 2 de marzo al 4 de junio, el monumento servirá́ como marco de una muestra que explorará el dulce momento que supusieron los años 60 para los diseñadores patrios.
El proyecto se apoya en Henry Clarke, el fotógrafo californiano que mejor supo inmortalizar el diseño español en sus lugares más emblemáticos. En particular, Clarke realizó un reportaje precisamente en la Alhambra para la edición norteamericana de Vogue en octubre de 1968 y que hoy sirve como médula espinal de la exposición. El retratista fotografió entonces a la modelo Moyra Swan en rincones únicos, como el Mirador de Lindaraja, enfundada en creaciones de noche y de día firmadas por modistas como Manuel Pertegaz, Elio Berhanyer o Carmen Mir.
Habría que contextualizar aquel hito para entenderlo mejor: en pleno momento de aperturismo, el régimen franquista aprovechó la moda como una herramienta para promocionar el turismo en España. Bajo el lema Spain is different, esta campaña dio alas a los creativos españoles, cuyas prendas acaparaban escaparates y páginas de publicaciones internacionales como Vogue. Así, la sesión de fotos de Clarke no puede ser más significativa para la muestra. No somos conscientes, pero nuestro imaginario colectivo está poblado de imágenes que son de Henry Clarke.
Por el otro, la muestra recupera a esas mujeres diseñadoras que fueron enormes en la alta costura de los 50 y 60 como Flora Villarreal o Asunción Bastida, y otros nombres eclipsados por la figura de Balenciaga, como Pedro Rovira.
Moda, arte y patrimonio
La muestra incluye más de 50 fotos de Clarke, no solo las del editorial de Vogue USA del 68, que conversan con otros tantos vestidos y obras de arquitectura y artes decorativas vinculadas a la Alhambra. En total, unas 250 piezas que crean ese diálogo entre moda, arte y patrimonio. El proyecto pasa de poner el foco en los inicios y el legado de Henry Clarke, en la primera sala, a la edad de oro de la moda española, en la segunda, mientras la tercera se centra en obras artísticas inspiradas por la Alhambra.
El reportaje de Vogue de 1968 es el colofón de la muestra, acompañado por objetos del museo y prendas de los respectivos creadores patrios, inmortalizadas por Jon Cazenave para la ocasión. Más de doce prestadores han colaborado con la iniciativa, como el Museo del Traje, el Museo de Terrassa o el Palais Galliera de París.
¿Quién fue Henry Clarke?
Henry Clarke fue un fotógrafo de moda norteamericano, colaborador habitual de Vogue, que conformó la mirada de la industria durante todo el siglo XX.
Clarke nació en Los Angeles en 1918. En 1932 se mudó junto a su familia a San Francisco. Ya en solitario, viajó hasta Nueva York y comenzó a trabajar como asistente en Vogue. Ver trabajar a Cecil Beaton le animó a dedicarse a la fotografía.
Residente en París, durante los años 50 y 60 capturó la belleza de la alta costura, un trabajo del que dejó constancia en el libro «L’Elegance des Annees Cinquante”.
Trabajó para Vogue, en sus ediciones estadounidense, francesa y británica, desde los años cincuenta y hasta la década de los setenta. Bajo la dirección de Diana Vreeland, acercó lugares lejanos como India, Méjico o Irán a las páginas de la cabecera de moda.
Sus fotografías eran clásicas, elegantes y sofisticadas, y resaltaban la belleza de modelos y personajes célebres de la época como Audrey Hepburn, la Duquesa de Windsor o la Duquesa de Alba, a la que retrató en el Palacio de Liria, entre otros espacios, y ataviadas con diseños de Manuel Pertegaz o Elio Berhanyer. Su fascinación por España, y sobre todo por la Alhambra de Granada quedó patente en un buen puñado de instantáneas.
Durante los años 80, el nuevo paradigma de la fotografía, impulsado por las nuevas generaciones de retratistas, lo mantuvo en un segundo plano. Murió en Canne, en 1996, a consecuencia de la leucemia.