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La curiosa historia de Victoria’s Secret

25 millones de seguidores en Facebook, más de 4 millones en Twitter y con unas ventas que sen elevan hasta 2.390 millones de dólares: esta es la curiosa historia de Victoria’s Secret.

Su desfile anual, un elaborado espectáculo que combina moda, música y una elaborada escenografía, atrae miradas de todo el mundo. Pero la gran firma de ropa interior tiene un pasado curioso e, incluso, triste. Hoy te lo contamos.

Hoy la conocemos como una firma exitosa, un modelo de negocio que ya quisieran muchos conseguir. Pero Victoria’s Secret tiene un pasado, una historia algo triste, la de su creador, Roy Ramond.

Estudiante de una escuela de negocios de Stanford, Ramond decide aplicar sus conocimientos empresariales para cubrir una necesidad que él mismo había detectado. Para él, como para muchos otros hombres, comprar lencería para sus mujeres en los grandes almacenes resultaba verdaderamente incómodo. Por ello, decide crear un nuevo modelo de negocio que busca la comodidad para los hombres ante este tipo de situaciones.

En 1977, Roy consigue 40.000 dólares de sus amigos y familiares y otros 40.000 de un préstamo bancario. Con esta cantidad, abre su primera tienda en el centro comercial de Stanford y la complementa con un catálogo de venta por correo. En poco tiempo, Ramond abre tres tiendas más y en 1982, sólo 5 años después de su fundación, Victoria’s Secret cuenta con un catálogo de 49 páginas, 6 almacenes y una facturación de unos 6 millones de dólares anuales.

Pero, ¿qué diferenciaba las tiendas de Victoria’s Secret del resto? Casi como si de un museo se tratara, el cliente no tiene que rebuscar entre montones de modelos, sino que puede admirar conjuntos exclusivos y recibir, después, asesoramiento para encontrar la talla que necesita.

Y en este mismo año, 1982, es cuando Roy decide vender su negocio a The Limited por el módico precio de 4 millones. En aquel momento, el creador de Victori’s Secret creyó firmemente que estaba haciendo un gran negocio con esta venta, pero el tiempo le traería sorpresas y arrepentimiento.

The Limited mantiene la imagen creada por Roy y logra difundir la firma por todo Estados Unidos. Con el tiempo, ampliarán productos, contratarán a top models y tomarán decisiones que llevarán a la marca a facturar un billón de dólares a principios de los 90.

El pobre Roy Ramond se quedó con sus 4 millones, acabó endeudado y, 11 años después de vender su negocio, se tiró del puente Golden a las frías aguas de San Francisco.

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