Ayer mismo Google presentaba su propio sistema operativo Android para wearables o tecnología usable, es decir, ropa y accesorios con acceso a Internet y otras funcionalidades. El sistema operativo comienza su andadura con los smartwatches o relojes inteligentes, pero seguro que pronto llegará a otras prendas y complementos.
No sólo Google ha hecho incursiones en el campo de la tecnología aplicada a la moda, existen muchos otros ejemplos y se trata de una tendencia claramente al alza. A este paso, la realidad puede superar algunas de las imágenes que, hasta ahora, sólo hemos visto en el cine.
Las Google Glass revolucionaron a medio mundo con su aparición, aún así, no suelen verse por las calles. Pero todo apunta que pronto pasearemos cual cyborgs salidos de una película de ciencia ficción. Michael Knight ya le hablaba a su reloj en la popular serie El coche fantástico, pero probablemente nuestro futuro será enviar tweets o mensajes de WhatsApp mediante éste.
Los también llamados appcesorios llegan en forma de relojes, pulseras, anillos o colgantes conectados al teléfono móvil y, pronto, con sistema operativo propio. Estos son, quizá, más llevables que las Google Glass o la máscara Eidos, que potencia el sentido del oído y permite direccionarlo para detectar un sonido o una voz en particular a pesar de las interferencias o distancias.
Y no sólo hablamos de accesorios, las prendas inteligentes llegan para facilitarnos la vida. Tejidos inteligentes que poseen la capacidad de controlar el grado de humedad, que miden el ritmo cardíaco, que repelen a los mosquitos o que nos perfuman, nos broncean y hasta nos abrazan. Parece que todo es posible.
Además, podremos brillar en la oscuridad como un Gusiluz con vestidos que llevan tecnología led y todo tipo de artilugios.
¿Vamos camino de convertirnos en súper héroes? Lo que nos preguntamos es si será fácil vestirse por las mañanas cuando llegas tarde al trabajo.