Algo tan normal y común hoy en día como llevar una minifalda, fue todo un acto revolucionario en los años 60. Y, como en toda revolución, sus artífices han pasado a la historia. Mary Quant lanzó una provocación a la sociedad conservadora de aquellos años, diseñando una prenda que, actualmente, forma parte del fondo de armario de todas las mujeres.
Hoy, os contamos los orígenes de esta popular prenda: la minifalda, un invento revolucionario.
La diseñadora británica Mary Quant consideraba que la moda de los 50 era extremadamente aburrida. Desde la tienda de la céntrica calle londinense King’s Road, Quant popularizó un nuevo estilo para las jóvenes de todo el mundo.
El 10 de julio de 1964, en la presentación de su colección primavera-verano, ve la luz por primera vez una prenda que daría mucho que hablar: la minifalda. Mary Quant, curiosamente, se inspira en el automóvil Mini para esta creación, que incluso se ganó la condena del Vaticano.
A pesar del escándalo, la prenda tuvo un gran éxito entre las jóvenes de aquella época. Fue la modelo Twiggy una de las primeras en usarla, contribuyendo, así, a popularizar la minifalda. Más tarde, la mismísima Jackie Kennedy apostaría por ella, creando su propio estilo. Finalmente, la aparición de la minifalda en la revista Vogue culmina el éxito de invento de Quant.
Mary Quant recibió el el título de Oficial de la Orden del Imperio Británico, otorgado por el palacio de Buckingham «por su contribución a las exportaciones inglesas». A pesar de ello, el diseñador francés André Courrèges reclama la autoría de la minifalda, algo que nunca ha podido demostrar.
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