La historia de la moda nos ha demostrado que cualquier elemento de nuestro atuendo es susceptible de convertirse en tendencia de moda. Las mascarillas higiénicas son ahora parte de nuestro vestuario y, como tales, se han incorporado al imaginario de la moda. Marcas o celebrities crean estilo a través de ellas o, al menos, lo intentan.
A medida que ha evolucionado la pandemia del COVID-19 hemos pasado de las mascarillas sanitarias a las de tela. Más allá de la seguridad y la obligatoriedad, este nuevo complemento ha abierto la puerta a un nuevo nicho de mercado para las firmas de moda.
Las firmas y diseñadores más populares ya hace meses que se sumaron a la promoción de la mascarilla, primero mostrando modelos con este complemento, más tarde, poniéndolas a la venta. La idea es que, ya que las mascarillas han llegado a nuestras vidas para quedarse durante un buen periodo de tiempo, al menos darle a nuestro look un aire más sofisticado y moderno siguiendo las tendencias de moda.
Por eso muchas firmas se las han ingeniado para atraer a ese público confeccionando mascarillas atractivas con materiales que proporcionan seguridad y comodidad, además del componente estético.
A esto se le suma que, si bien se sabe que las mascarillas de tela no pueden ofrecer el mismo nivel de protección de las sanitarias, el hecho de que se puedan desinfectar y reutilizar las ha convertido para muchos en una solución más ecológica e incluso económica.
Así, la mascarilla que cubre nuestro rostro, en un lugar privilegiado desde el punto de vista del marketing, supone un escaparate perfecto y una oportunidad ideal para crear marca. Aunque la mayoría de las primeras ventas fueron solidarias, para recaudar fondos para fines solidarios como la compra de material sanitario o el apoyo a la investigación para una vacuna, ahora hasta las marcas de lujo tienen sus propios diseños.
Fenómeno curioso ha sido el de las mascarillas de firmas de alta costura que han proliferado en numerosos sitios de internet en forma de falsificaciones. Navegando por las redes sociales es fácil encontrarse con anuncios de mascarillas de Gucci, Louis Vuitton, Chanel, Balenciaga o Fendi, con diseños elaborados con sus logotipos y estampados más característicos.
Asimismo, algunas de estas marcas han jugado en sus propuestas en alguna ocasión con la mascarilla como complemento en clave de rebeldía.
Por ejemplo, Jean Paul Gaultier compartió en su perfil de Instagram una serie de fotos en las que dejaba ver cómo el equipo de diseño de Alta Costura de la maison reinterpretaba la mascarilla, convirtiendo esa pieza de uso diario en una auténtica obra maestra.
Desde el clásico estampado marinero de rayas azules y blancas de la firma o el icónico cuero con cremalleras, hasta otras versiones repletas de apliques de joyas e incluso una versión que imita el famoso corset nude de la firma son algunas de las atrevidas propuestas del equipo de Jean-Paul Gaultier.
En cuanto a las marcas de moda low cost, Mango fue la primera marca del sector en poner a la venta mascarillas higiénicas, rápidamente seguida por otras como Bershka.
Y lo último en moda son las mascarillas transparentes Allegramask, la mascarilla ideal para protegernos y proteger de los virus y las bacterias con confort, funcionabilidad y eficiencia, con la ventaja de ser transparente y poder mostrar nuestra cara.
Pero cuidado con las modas. Últimamente, se está haciendo especialmente popular una mascarilla con forma de pequeña red y que a simple vista ya parece excesivamente transpirable. Los expertos advierten de la escasa eficiencia de este modelo de mascarillas.
