Los hashtags, retuits y likes están de moda y en la moda. Grandes y pequeñas firmas de moda han encontrado un aliado indispensable en las redes sociales para llegar a mayor número de potenciales clientes.
De los 24 millones de seguidores de Zara en Facebook a los más de 14.000 retweets en un solo post de Louis Vuitton, el negocio de la moda ha sabido estar donde está su público, ante una pantalla.
El estudio Total Retail 2015, elaborado por PwC, indica que el uso de las redes sociales incrementa el impulso de compra. Más de la mitad (un 62%) de los consumidores que interactúan con sus marcas favoritas a través de Facebook o Instagram se sienten impulsados a comprar más.
Instagram ha registrado un fuerte crecimiento en los últimos años gracias al auge de los smartphones. Además, alto componente visual de esta red encaja muy bien con las marcas de moda. Facebook continúa siendo el rey de las redes sociales. Aunque su número de usuarios retrocede año tras año, la plataforma de Zuckerberg cuenta con una intensa actividad por parte de todos los grupos españoles de moda.
Una buena estrategia en redes sociales puede poner al mismo nivel marcas tan dispares como Shana y El Corte Inglés. La compañía de moda low cost está a 5.000 fans de alcanzar los 1,63 millones de de seguidores en Facebook del gigante español de los grandes almacenes.
En la red de Mark Zuckerberg, Zara, la cadena estrella de Inditex, contando con 24 millones de seguidores en Facebook. El grupo también triunfa en la red con las páginas de Bershka (8,3 millones de fans), Pull & Bear (4,4 millones) y Stradivarius (2,5 millones).
Las segundas enseñas del gigante gallego quedan a un nivel similar al de Mango (9,2 millones) y Desigual (3,6 millones). La sueca H&M, por su parte, cuenta con 22,6 millones de admiradores.
Zara es, también, una de las cadenas españolas de moda más seguida en Instagram, rozando los tres millones de followers. A poca distancia le sigue la catalana Mango, con 2,2 millones de seguidores.
El uso que la moda da a Twitter es distinto, y en ocasiones secundario. Las marcas de moda basan su comunicación en las imágenes, razón por la cual sus tuits pretenden, más que en cualquier otra red, dirigir tráfico a la web o incluso a otras redes.
Zara supera ya los 725.000 seguidores en Twitter. El resto de cadenas del grupo están por debajo de esa cifra; Bershka dispone de más de 280.000 followers; Pull & Bear, con más de 215.000, y Stradivarius, con más de 135.000. La cuenta de Mango, por su parte, está seguida por 589.000 usuarios, mientras que la de Desigual tiene 49.300 admiradores. Por su parte, H&M roza los 5 millones de seguidores.
Las firmas de lujo también están exprimiendo al máximo las redes sociales. Una de las publicaciones de mayor éxito de una firma de gama alta en Facebook fue el video de la campaña de Dior protagonizada por Natalie Portman, que logró superar las 189.617 interacciones.
Chanel es también la compañía de lujo que más audiencia tiene en Youtube. La maison reúne a más de 380.000 seguidores en esta red social.
La viralidad de las redes sociales ha contribuido al aumento de la visibilidad de muchas marcas, pero también de las ventas. Incluso se han dado casos tan destacables como el de la marca americana Everlane, que ha conseguido vender una colección de pantalones antes incluso de lanzarlos, con 12.000 peticiones de venta anticipada acumuladas en un mes.
Pero, además de Facebook, Instagram o Youtube, otras redes irrumpen en el mundo de la moda. Evan Spiegel fundó Snapchat, una aplicación que comenzó como un proyecto universitario y que hoy alcanza un valor estimado de 19 billones de dólares y cuenta con millones de usuarios en todo el mundo. La peculiaridad de la red social creada por este joven de 25 años, es que las fotografías y vídeos que en ella se comparten tienen fecha de caducidad. El contenido no se puede visualizar durante más de diez segundos y pasadas 24 horas se esfuma de la aplicación sin dejar rastro. La temporalidad de esta red social se traduce en exclusividad si se relaciona con el mundo de la moda.
El aumento de visibilidad de Snapchat en este sector comenzó durante la última edición de la New York Fashion Week. Snapchat activó un apartado especial donde cualquier usuario podía compartir los snaps captados durante la NYFW. Las editoras de las revistas de moda americanas más influyentes y conocidas blogueras comenzaron a utilizar la app para compartir con el mundo los desfiles, fiestas privadas y momentos de backstage neoyorquinos.