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Historia de la seda

La seda permaneció muchos años como uno de los mayores secretos guardados en China, dando lugar a numerosas suposiciones y leyendas sobre el origen de este preciado tejido.

No se ha conseguido fechar con exactitud la aparición de la seda en China, pero se han encontrado indicios en las tumbas de la Dinastía Shang, que reinó entre los siglos XVII y XI a.C. Sin embargo, se cree que su uso cotidiano culmina bajo la Dinastía Han, dos siglos antes de la era cristiana. ¿Nos acompañas en este recorrido por la historia de la seda?

Cuenta la leyenda que, en el siglo XVII a. C., un capullo de gusano de seda cayó, casualmente, en la taza de té que tomaba la emperatriz Lei Zu, esposa del Emperador Amarillo Huang Di. Al intentar sacar el capullo de la taza, la emperatriz se percató del hilo que se desprendía de éste. Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de tejerlo. A instancias de su marido, observó la vida del gusano de seda y comenzó a enseñar a su corte el modo de criarlos, la sericicultura. Desde aquel momento, la joven se convierte en la diosa china de la seda.

Coreanos, japoneses y más tarde indios fueron los primeros pueblos en descubrir el secreto de la seda unos dos siglos antes de la era cristiana. Se estima que en el siglo II a. C. los chinos ya habían establecido una red comercial con el objetivo de exportar seda a Occidente.

China monopolizó la industria de la seda durante unos 3000 años. Incluso se promulgó un decreto imperial por el que se castigaba con pena de muerte a quien divulgara el secreto de obtención y fabricación de este preciado tejido.

La Ruta de la Seda comineza en el siglo II a.C., sobre todo, con propósitos militares y políticos. Asimismo, la seda no era la principal mercancía de la ruta en sus inicios. La dinastía Han sacó muy poco provecho de ella hasta que los romanos comenzaron a demandarla en grandes cantidades.

En China, el cultivo de las moreras y la cría de gusanos de seda fue tarea inicialmente destinada a las mujeres. La seda se convirtió en un objeto de deseo por parte de la alta sociedad y los campesinos no tuvieron derecho a usarla hasta varios siglos después.

En España, hubo una importante producción de seda en la zona mediterránea, en Valencia y Murcia, a partir del siglo XV. A partir de la revolución Industrial la mecanización de la industria textil abarata la seda y ésta se populariza.

Tras la crisis en Europa, Japón se convierte en el principal productor mundial de seda. Más tarde, la aparición de fibras sintéticas como el nylon reducen  el uso de la seda en el mundo. Actualmente, China se ha convertido en el principal productor mundial, seguido de India. La producción japonesa ha pasado a tener una importancia marginal.

 

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