El estudio de ReportLinker considera que crecerá un 8% acumulativo hasta 2027, en que alcanzará un valor global de 11,12 billones de dólares.
ReportLinker ha difundido un estudio sobre las marcas de moda que demuestran una mayor preocupación ética. Los países incluidos en el informe son Australia, Brasil, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Japón, Rusia, Corea del Sur, Reino Unido y Estados Unidos. Entre las marcas globales que aparecen en él están Ch. Dior, H&M, Nike, Adidas, Everlane, Eileen Fisher, etc.
Este informe ofrece datos sobre el mercado de la moda ética, incluido su tamaño mundial, sus cuotas regionales, sus segmentos, los competidores, las tendencias y oportunidades del mercado y cualquier otro dato relevante. Ofrece, en resumen, una perspectiva completa, con un análisis en profundidad del escenario actual y futuro.
Un sector en auge
Según el informe, el valor de mercado de este sector subirá desde 7,57 billones de dólares en 2022 hasta los 8,17 en 2023 y llegará a los 11,12 en 2027, con un crecimiento anual acumulativo de 8,0%. Estas cifras incluyen todos los artículos fabricados con tejidos orgánicos, naturales, biodegradables y reciclados y vendidos entre empresas o a los consumidores finales.
El informe proporciona datos sobre la presencia de este segmento de mercado en Asia/Pacífico, Europa Occidental, Norte y Sudamérica, Oriente Medio y África. Las dos zonas mencionadas en primer lugar (Asia/Pacífico y Europa) son los principales mercados de este sector. Para valorar las empresas, tiene en cuenta el diseño, la producción y la distribución de artículos que minimizan el impacto sobre el medioambiente y el impacto social.
Conciencia del consumidor
Los aspectos que sus autores han tenido especialmente en cuenta son el comercio justo, la ausencia de crueldad hacia los animales, su respecto al medio ambiente y su espíritu caritativo.
El estudio constata la creciente concienciación de los consumidores sobre los efectos nocivos del sector textil/moda. También se hace eco del enorme consumo de agua en muchas actividades textiles, del daño que produce a la naturaleza la producción de fibras artificiales y de la peligrosidad de bastantes químicos usados por el sector. Por todo ello, el mercado está buscando cada vez más artículos realizados con materiales respetuosos con el medio ambiente. Su crecimiento, sin embargo, está limitado por su coste. Su precio depende en buena parte del coste la mano de obra que produce muchos de ellos.
Para hacer frente a este problema han nacido varias iniciativas que ya hemos comentado en Pinker Moda. Carmen Hijosa, fundadora de Ananas Anam, por ejemplo, desarrolló Pinatex, una alternativa natural al cuero fabricada con fibras de celulosa extraídas de las hojas de la piña.
Por otro lado, en 2022, Delta Galil, una empresa textil con sede en Israel, adquirió Organic Basics, con la que lanzará la marca del mismo nombre y ampliará su gama de productos. Organic Basics, con sede en Dinamarca, crea ropa interior, camisetas y artículos básicos éticos y sostenibles.
El valor de mercado de cada una de las empresas analizadas se define básicamente como los ingresos obtenidos por las empresas por los bienes y/o servicios vendidos.
Los ingresos para cada zona geográfica son los ingresos generados dentro de ella, independientemente de dónde se produzcan los articulos. No incluye, sin embargo, los ingresos procedentes de la reventa de los artículos o de otros artículos de los que puedan formar parte.
Qué es la moda ética
La moda ética es un enfoque de la moda que se preocupa por la producción y el consumo responsable y sostenible de la ropa. Esto incluye no solo la preocupación por el medio ambiente y el uso de materiales sostenibles, sino también la preocupación por las condiciones de trabajo justas y seguras para los trabajadores de la industria de la moda en todo el mundo.
La moda ética se centra en la transparencia y la responsabilidad en todo el proceso de producción de ropa, desde la obtención de materias primas hasta la fabricación, la distribución y el reciclaje o reutilización de las prendas. También aboga por una moda más duradera y resistente, que dure más tiempo y tenga un menor impacto ambiental.
En resumen, la moda ética busca equilibrar la moda y el estilo con la responsabilidad social y ambiental, y fomenta el consumo consciente y sostenible de ropa.