¿Te has puesto este año un jersey navideño o Ugly Christmas Sweater? Si no es así, seguro que te has encontrado a alguien luciéndolo con orgullo en la cena de empresa o cualquier otra fiesta navideña. Pero ¿conoces el origen de esta tradición?
Decorados con renos, grecas, mensajes y hasta luces, estas prendas de dudoso gusto estético dan lugar a días temáticos en la oficina, sirven para salir del paso en el amigo invisible o como uniforme familiar en esas comidas y cenas tan copiosas.
El National Ugly Christmas Sweater Day
El National Ugly Christmas Sweater Day es una tradición americana y canadiense que se celebra el tercer viernes de diciembre de cada año.
Durante toda la jornada, los ciudadanos estadounidenses (y de otras partes del mundo) abandonan sus sobrios uniformes y se visten con un divertido ugly sweater.
Este ritual se remonta a diciembre del 2011, cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de San Diego decidió que crear una página web dedicada a los jerséis de Navidad más ridículos que puedes encontrar en Estados Unidos. La iniciativa fue todo un éxito, tanto que hasta los presentadores de televisión de cadenas como ABC o CNBC se sumaron a ella.
Jerseys navideños desde los 50
Fue en los cincuenta, década en la que la Navidad empezó a convertirse en una temporada comercial, cuando aparecieron los protojerséis navideños. Eran menos horteras y mucho más discretos que ahora y no se llamaban ugly sino jingle jell sweaters.
Sin embargo, algunos aseguran que el pionero fue el actor y cómico Bill Cosby, quien en los años 80 ya lucía estas excéntricas prendas cuando actuaba en The Cosby Show. Con el tiempo, su uso ha llegado hasta la gran pantalla, donde los jerséis navideños se cuelan en escenas míticas de películas como El Diario de Bridget Jones o El Grinch.
Tras años relegados al trastero o el altillo, llegó el culmen de su éxito cinematográfico y el que muchos citan como germen del furor que siguen causando hoy. Y no es otro que el personaje de Colin Firth en El diario de Bridget Jones y sus icónicos jerséis con renos y muñecos de nieve.
Las pasarelas se hicieron eco de esta tendencia. Por ejemplo, Stella McCartney en su colección otoño-invierno 2007, Givenchy en 2010 o Dolce & Gabbana un año más tarde apostaron por versiones a medio camino entre el jersey navideño hortera de manual y la estética après ski. Jean-Paul Gaultier, Chanel, Louis Vuitton o Max Mara harían lo propio después introduciendo las grecas y los copos de nieve en la moda de primer nivel.
Las grandes cadenas han sido, sin embargo, las que más y mejor han sabido explotar el fenómeno. Año tras año las colecciones del universo low cost se llenan en esta época de motivos navideños que invitan a la compra divertida e ineficaz (raramente se utilizan en más de una ocasión).
Tanto es así que, según la organización medioambiental británica Hubbub, solo en Gran Bretaña hay 65 millones de suéteres navideños. Es más, una de cada tres personas menores de 35 años compra uno cada año y dos de cada cinco de estos jerséis se usan solo una vez durante la temporada.
Es probable que el jersey navideño feo haya llegado para quedarse. Celebridades de todo pelaje como Taylor Swift, Kanye West, Miley Cyrus, Rihanna o el presentador Jimmy Fallon lo han convertido en un elemento de la cultura pop y Brian Miller, autor del libro sobre fiestas de jerséis navideños, lo definen como «el muérdago de nuestra generación».