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Cuadros Vichy y punto Smock: origen y tendencias

Si hay dos tendencias que van a triunfar esta primavera – verano son el estampado de cuadros vichy y el punto de nido de abeja y, a menudo, juntos. Hoy repasamos la historia y origen de los cuadros vichy y, aprovechando, te contamos también de dónde procede el punto smock o nido de abeja.

Origen del estampado Vichy

El estampado de cuadros de vichy tuvo su origen en la ciudad francesa con la que comparte nombre, Vichy. La localidad también es conocida por su balneario y por ser sede del gobierno colaboracionista francés en la Segunda Guerra Mundial.

El Vichy es un estampado en algodón, de cuadros de diferentes colores, habitualmente con fondo blanco, aunque no tiene por qué ser así. Los tonos que más destacan en el print son el negro, el rojo, el azul y los colores pastel. Se trata de una tendencia ideal para vestidos livianos de verano o para darle un toque más romántico a las camisas de entretiempo.

La tendencia surgió en el Siglo XVII en los interiores de la región francesa de La Provence. En un primer momento, el estampado se utilizaba en manteles y servilletas. Pero desde 1946, en la época de la posguerra, se empezó a añadir este tipo de cuadros a las camisas de los hombres y mujeres que trabajaban en el campo.

Tuvo un primer momento de gloria con el vestido de Judy Garland en El Mago de Oz (1939), pero no sería hasta los años 50 cuando realmente estos sencillos cuadros alcanzaran su estatus de tejido de moda.

A mediados del XX saltó del ámbito doméstico a la moda gracias al diseñador francés Jacques Esterel. En 1959 creó para la boda de Brigitte Bardot y Jacques Charrier un original traje de novia con estampado de cuadros Vichy en rosa y blanco y detalles de encaje. El modisto se saltó todos los estereotipos sobre el vestuario nupcial de la época y, desde entonces, este print se asoció a la icónica actriz francesa y se convirtió en símbolo de la eterna feminidad. Hoy, el estampado se reinventa cada temporada.

Asimismo, Yves Saint Lauren lo incluyó en la colección estival de t de 1997.

Tras varias temporadas de idas y venidas, este verano la tendencia vuelve y lo hace en su vertiente clásica y más elegante, aunque también hay novedades. Para las que quieran recrear su estilo más retro, el blanco y negro, el rojo y el azul siguen siendo las opciones infalibles. Por otro lado y como novedad, también veremos un tejido vichy con cuadros XL, especialmente en blanco y negro. El cuadro pequeñito asociado a la moda infantil se queda atrás y se torna gigante.

Origen del punto Smock o nido de abeja

El smocking o punto Smock es una técnica usada para fruncir tela que se puede hacer con dos agujas o a máquina. Ha sido usado desde hace años en puños, corpiños, cuellos y vestidos.

Hace un par de temporadas que hemos regresado a la infancia con la vuelta de la moda del nido de abeja, un tipo de trabajo que comprime las telas dotándolas de una enorme flexibilidad.

Aunque ya en las obras pictóricas del Renacimiento se percibe este tipo de punto en prendas de muchas de las señoras representadas, ha sido en España donde el nido de abeja ha triunfado de modo destacado durante el siglo XX, tanto en la ropa infantil como en la juvenil.

Los primeros smocks-bordados hechos sobre tejido con finos pliegues verticales adornaron la gran blusa de algodón o de lino grueso que usaban en Inglaterra y en el País de Gales durante el siglo XIX los pastores, los obreros, los carreteros y ciertos comerciantes.

Este vestido protector, llamado «smock», se llevaba encima de los otros y era muy amplio para no incomodar los movimientos. Los bordados que lo adornaban tenían la particularidad de ajustarse a la silueta, pero dejaba cierta elasticidad. Se realizaban especialmente sobre los canesús de la espalda, del delantero y también en los puños. Los puntos y los motivos utilizados para el bordado podían variar de una región a otra y se fueron difundiendo de generación en generación.

Pero fue sólo hacia 1880 cuando una ilustradora de libros infantiles tuvo la idea de recuperar esta técnica para los vestidos de las niñas. La realización de los smocks exige minuciosidad en la preparación y, como siempre en los bordados, regularidad en la hechura de los puntos. El punto smock es, sin duda alguna, un derroche de buen gusto y creatividad.

Este tipo de costura, que une el tejido con puntadas paralelas y simétricas, consigue crear un efecto de huecos idénticos y repetidos, algo que recuerda a un panal de abejas. Aunque se estima que lleva 500 años enseñándose en talleres de costura, durante los años 60 y 70 del siglo XX vivió un gran esplendor. Fue entonces cuando se prodigó en el trabajo de mamelucos y vestidos infantiles.

 

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