Se producen más de 20.000 millones de pares de zapatos al año en el mundo, que, en términos de huella de carbono, por cada par las emisiones superan los 10 kilos de promedio.
En la primera edición de ShoesRoom by MOMAD ya se pudieron ver algunas de las últimas innovaciones en el sector del calzado, con una fuerte apuesta en sostenibilidad.
La industria del calzado emite cada año 250 millones de toneladas de C02. La etapa más dañina, aunque no la única, es la fabricación de componentes. La deslocalización es otra circunstancia que aumenta los factores que entran en juego si hablamos de calzado sostenible.
La distancia entre centros productores y mercados eleva las emisiones, en este caso por el transporte. Además, muchos de los zapatos que se exhiben en los escaparates necesitan abundantes productos químicos para su producción.
Para cambiar esta dinámica, conviene apostar por calzado fabricado artesanalmente y con productos naturales, reciclados y reciclables. En el proceso de fabricación de calzado sostenible, el pegado se convierte en costura, el tinte químico, en vegetal, y el plástico en materiales orgánicos. Además, atención al embalaje, que suma también a las emisiones.
La zapatería sostenible y, dentro de ella, los calzados veganos, ofrecen alternativas, también, de calzado 100% libre de componentes animales.
¿Sabes que un zapato normal tarda más de 50 años en destruirse en la naturaleza?
En demasiadas ocasiones, el calzado que se descarta acaba en la basura y, de ahí, en vertederos. En su descomposición, que puede durar dos siglos, los químicos utilizados para la fabricación calarán en suelos y aguas para que, una vez el zapato se desintegre, su huella perdure.
Sus tintes y pegamentos son tan tóxicos que dejan una huella importante. Incluidos los de cuero, dependiendo del tinte y del pegamento. El calzado es parte fundamental de nuestra vida diaria en el planeta. Sin embargo, parte de su industria hace un daño mayor al que imaginamos.
Las grandes marcas se suman al calzado sostenible
Calzados Victoria es una de las marcas que está apostando por productos que respetan el medio ambiente con su proyecto No Trace junto a GomaVial, sacando al mercado su primera zapatilla ecológica fabricada con suelas de neumáticos reciclados. De cada neumático se extraen siete suelas para fabricar 3,5 pares de zapatillas, consiguiendo darle una segunda vida a un neumático que se daba por inservible.
Camper también se une a esta producción más ética, y por ello la marca ha lanzado Drif Ganxet, un nuevo modelo hecho con hilo PET procedente de plásticos reciclados que reducen el desperdicio de material, y que utiliza empeines y cordones 100% reciclados.
Factores estratégicos de sostenibilidad
Para garantizar una industria del calzado sostenible, deben tenerse muy presentes los siguientes factores:
- Minimización del uso de la materia prima y la energía en la producción.
- Implementación de procesos y materiales eco-friendly y de responsabilidad social.
- Optimización del ciclo de vida del producto: prolongación de la vida de los materiales y su fácil reciclaje.