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40 años de trayectoria de Sybilla en una exposición

La Sala Canal de Isabel II de la Comunidad de Madrid presenta una exposición de la reconocida diseñadora española Sybilla, la más grande realizada hasta la fecha, que recorre los diferentes estados creativos por los que ha transitado en sus 40 años de trayectoria.

Sus grandes obras, las representativas, se recopilan a partir de hoy y hasta el 15 de enero de 2023 en la exposición ‘El hilo invisible’.

Estructurada en 5 plantas, la exposición incluye piezas de diferente índole, soporte y formato, desde prendas de la diseñadora hasta las imágenes de sus colecciones, catálogos de estas, invitaciones, desfiles y artículos de prensa que ayudarán a la comprensión del contexto de la artista. Alrededor de 80 conjuntos de indumentaria y otros 80 documentales que ayudarán a entender el universo de la diseñadora.

Quién es Sybilla

Sybilla Sorondo nació en Nueva York, aunque pronto se trasladó a Madrid. En el año 83, desde el sótano de la casa de su padre, el diplomático Jorge Sorondo, comenzó a producir sus propias prendas y tres años después ya contaba con una tienda propia y desfilaba sobre la siempre disputada pasarela de Milán.

A los 17 años viaja a París, donde aprendió en el taller de costura con Yves Saint Laurent.​ En 1983, presentó en el pabellón Jacobo Siruela de Madrid su primera colección compuesta por 40 vestidos hechos a medida para un círculo de clientes y de amigos, donde mostraba su estilo personal con piezas envolventes inspiradas en la naturaleza y con tejidos casi siempre tomados del rastro madrileño o de almacenes de viejas tiendas.

Tras este evento algunos clientes le encargaron prendas a medida, pero a pesar de su éxito Sybilla afirmó en 1984 que no quería vender a tiendas, sino hacer piezas únicas.

En 1985 presentó su primera colección de prêt-à-porter en el Salón Gaudí de Barcelona.​

Firmó con el productor Alberto Guardione un contrato de licencia, comenzando así la producción industrial de las colecciones de ropa y su distribución a nivel nacional, que supuso el nacimiento de la marca Sybilla. Las creaciones que producía Guardione se presentaron en ferias fuera de los circuitos feriales de Milán y de París.

Sybilla conoció a los fotógrafos Javier Vallhonrat y Juan Gatti. El trío produjo en los años siguientes sus imágenes publicitarias y se convertirán en el equipo visual de la diseñadora.

En 1987 abrió una tienda en la calle de Jorge Juan en Madrid​ y José María Juncabella, presidente de Industrias Burés, ofreció a Sybilla la posibilidad de lanzar una línea de ropa de cama, que complemente sus colecciones y cuya tienda fue decorada con su estilo propio como una casa particular.

En febrero de 1988, con 25 años, recibió la Aguja de Oro de Dafnis y el premio Balenciaga, creado por el Centro de Promoción del Diseño de Moda del Ministerio de Industria para fomentar la expansión y el prestigio de la moda española en el mundo.​

El incipiente éxito de Sybilla en la prensa internacional despertó el interés del matrimonio Zuccoli, propietario de la fábrica de confección Gibo y productor del prêt-à-porter de la estrella del momento, Jean-Paul Gaultier. Los Zuccoli le propusieron una nueva licencia y desfilar en Milán en 1988, convirtiéndose en eventos multitudinarios. Su nombre apareció en artículos de Vogue Francia, The Face, The New Yorker, Vogue Italia, Vanity Fair, Glamour…​

Sybilla estuvo presente en Japón desde 1989 junto a la empresa textil Itokin, el gigante japonés de la confección. En primavera, presentó en Tokio la colección de invierno Aeropuerto, un desfile que plantea como una parodia de su propio estilo de vida: viajes constantes, sesiones de fotos y escasos descansos.

Este mismo año se produjo el lanzamiento de un perfume y una línea de cosméticos titulados Reciente, para Shiseido, comercializados únicamente en Japón.

Abrumada por el éxito y reticente a una forma de negocio cada vez más exigente, decidió rebajar el ritmo y mantener la marca únicamente dentro del mercado japonés, un país en el que su ropa había logrado una gran acogida.

En 1990 hace desfiles en Milán, Madrid y Tokio con la colección de invierno Buenas y malas. Estas creaciones representan un cambio significativo en su carrera. Animada por la cantidad y calidad de medios que posee la industria italiana su patronaje se hace más complejo y empieza a utilizar materiales cada vez más exquisitos.

En 1991 abrió una tienda en París con un desfile que fue el último, una performance teatral.

En 1993, firmó la primera colección de Jocomomola para Japón, que nace con un gran estilo optimista que no se percibe solo en la ropa o los complementos sino también en la decoración de las tiendas. Sybilla se emplea a fondo en darle una personalidad potente y su fin es alejarse al máximo de la marca madre. En 1994, Sybilla consiguió que su ropa se venda por sí misma en Japón.

En 1996, Louis Vuitton le encargó a Sybilla, entre otros diseñadores, el diseño de un bolso utilizando su clásico monograma para celebrar el centenario de la marca. Sybilla construyó una mochila con paraguas incorporado que titula Shopping in the rain. En 1996 diseñó también el traje España.

En 1997 creó una línea de trajes de fiesta: Sybilla noche. En 1988 firmó licencias en España bajo el nombre de Sybilla casa.

En 2005 se separó de su firma y fue entonces cuando se vendió gran parte de la empresa y cedió la gestión. En esos años se refugió en Mallorca, donde creó un centro de estudios dedicado a la sostenibilidad y la transformación social. Continuó diseñando para Japón y desarrolló Fabrics for Freedom, para sensibilizar a la industria textil sobre el consumo de tejidos responsables.

Arnaud Maillard, colaborador de Karl Lagerfeld, firma como nuevo diseñador de la marca en 2007. La colección otoño-invierno se presenta de nuevo en París.

Los diseños de Sybilla, que durante mucho tiempo vistió a gran parte del star system nacional, se caracterizaron por los colores vivos y las formas sencillas pero oníricas. Alérgica a las prisas y a los nuevos medios, vivió durante un tiempo alejada del foco mediático y volcada en proyectos específicos.

En la actualidad, su trabajo como creadora se mueve entre la confección a medida, la presentación al margen de desfiles y la venta en tiendas efímeras.

Ha recibido el Premio Nacional de Diseño de Moda y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

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