El debate sobre el showrooming: ¿es el fin de las tiendas físicas?

Últimamente el término showrooming resuena por todas partes. Hace unos meses, en este mismo blog, ya os hablábamos de esta práctica en el post Showrooming y moda: aprovecha la oportunidad. Hoy, lo que pretendemos es plantearos el debate que se ha generado entorno a esta nueva tendencia, así que esperamos vuestra opinión al respecto. Para ello, os ofrecemos una breve radiografía de la situación.

¿El precio es lo más importante?

Hoy en día, el consumidor se fija en el precio del producto más que nunca. La práctica del showrooming lleva a muchos compradores a probar y mirar el producto en la tienda física para terminar comprándolo a menor precio en Internet. De hecho, se trata de un hábito que origina casi el 50% de las compras online.

Las tiendas físicas tienen unos costes a los que las tiendas online no deben hacer frente, por lo que pueden permitirme vender los mismos productos a un menos precio. Sin embargo, la tendencia muestra que el consumidor sigue necesitando un lugar al que acudir para ver el producto que pretende adquirir. ¿Bajarían las ventas online si no pudiéramos probar primero el producto?

¿Puede el showrooming acabar con las tiendas físicas?

Aunque se trata de un fenómeno incipiente – más del 80% de las compras se realizan en la tienda física – algunos estudios destacan un cierto declive del establecimiento tradicional. Si esta tendencia se extendiera, el comercio podría acabar siendo un lugar donde mirar y tocar para no comprar. Pero esta es una idea apocalíptica de la situación.

La realidad es que las tiendas físicas deberán adaptarse a los nuevos tiempos, como ya han hecho en otras ocasiones. La competencia online no deja de ser competencia, es decir, que si hasta ahora había que buscar formas de competir con el establecimiento de al lado, también habrá que hacerlo con el que se encuentra en la red.

¿La respuesta es la tecnología?

Una de las soluciones que se proponen para combatir el showrooming es, precisamente, la adopción por parte de las tiendas tradicionales de estrategias de marketing móvil. Sabemos que el showroomer va a utilizar su smartphone en nuestro establecimiento, así que si queremos convencerle, habrá que ofrecerle una experiencia móvil personalizada y que le lleve a realizar su compra en nuestra tienda.

Sin duda nos encontramos ante un debate complejo y muchas preguntas todavía sin respuesta. ¿Qué opináis vosotros? Contadnos vuestras experiencias.